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14 Dales, Señor… ¿qué les darás?
    ¡Dales vientres que aborten y pechos resecos!

15 «Toda su maldad comenzó en Guilgal;
    allí comencé a aborrecerlos.
Por causa de sus maldades,
    los expulsaré de mi casa.
No volveré a amarlos,
    pues todas sus autoridades son rebeldes.
16 Efraín se ha marchitado:
    su raíz se secó y no produce fruto.
Aunque llegue a tener hijos,
    mataré el precioso fruto de su vientre».

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